Desde el ASPO que no teníamos un fin de semana tan extra large. Y, claro, en plena primera ola de covid-19, ignorándolo todo sobre el coronavirus y sin vacunas, sólo pensar en escaparse de la ciudad era imposible. Así que te damos ideas para sacarle el jugo a estos días sin que te cueste una fortuna, aquí cerca nomás. Pero no un “aquí cerca” tradicional: estamos muy acostumbrados a rumbear hacia el Oeste, pero en Tucumán, como cantaba Joan Manuel Serrat, “el Sur también existe”.
Andrea Castosa, licenciada en Turismo y especialista en Turismo Cultural del NOA, lo sabe bien, al punto de que se vino de Buenos Aires a vivir a Concepción, y trabaja en el Parque Nacional Aconquija. “Hay un montón de lugares bellísimos y casi desconocidos; y se pueden hacer paseos de un día, con lo cual bajan mucho los costos porque no se necesita hospedaje”, cuenta y nos propone dos alternativas.
El Aconquija desde arriba
El primer tip es tomar una ruta poco conocida, la ruta nacional (RN) 65 desde Concepción (hasta donde llegás por la RN38). “Por la 65 se sube hasta La Banderita, un punto panorámico increíble. Hay una construcción que funcionaba como cárcel; se cuenta que se colocaba una bandera que marcaba el límite entre Catamarca y Tucumán. Desde ahí se puede ver todo lo que preserva el Parque Nacional Aconquija”, resalta.
“Es uno de los miradores más lindos de todo Tucumán y uno de los de mayor altura: llega casi a los 2.200 metros sobre el nivel del mar. Desde allí se tiene una vista amplia de todo el Aconquija, del valle donde está la cuidad de Concepción y también de parte de la Sierra de Narváez, hacia el sur de la provincia”, cuenta Andrea, quien, entusiasmada con el lugar del que se enamoró, fundó Algarroba Turismo (@algarrobaturismo). Su objetivo -cuenta- es contar sobre destinos que quedan “fuera del mapa tradicional”.
“Es un programa en sí mismo, pero desde allí se puede bajar hasta el camping Samay Cochuna (depende del municipio de Concepción); es un buen lugar para pasar el día, con asadores, merenderos y bajadas el río, ideales si el tiempo se presta”, agrega.
“Estamos abiertos las 24 horas, y se puede parar el día o quedarse a acampar”, cuenta María Graciela Tello, a cargo de la Dirección de Deportes de Concepción, y responsable del camping. “Hay merenderos y asadores disponibles y ocho baños. Si se quiere pasar el día, la entrada cuesta $200 por persona (menores de ocho años no pagan); y para acampar, $300 por noche”. Lo que no hay allí es dónde aprovisionarse de comida y bebida, y Andrea recomienda hacerlo en Alpachiri: “hay nuevos emprendimientos, como Bosque de Elluka, sobre la RN65, o la Posta El Paisanito. Y también es lindo conocer el pueblo; allí les recomiendo el ‘pan cacho’ del bar Las Hortensias”, propone.
El “otro” dique
También rumbeando por la RN38, pero hasta Alberdi, hay lugares maravillosos. “El ‘destino final’ de la propuesta es Escaba de Abajo, y llegar al río, pero ya en el camino, cerca del río y antes de la cuesta, hay opciones para disfrutar”, cuenta Andrea.
En Alberdi hay que empalmar con la ruta provincial 308, que está asfaltada hasta El Saltón; desde allí se sigue hasta Villa Batiruana, un buen lugar para comer o aprovisionarse, porque en Escaba no hay dónde hacerlo (ni en el dique ni en el camping de abajo). “En la villa se puede comer o merendar en Las Yungas Casa de Té”, recomienda Andrea, y la responsable del lugar, Vanesa Melnik, informa: “sábado y domingo vamos a abrir de 10 a 19”. Desde Batiruana se puede recorrer el sendero hacia las cascadas, pero -advierte Andrea-, no está señalizado, de modo que es recomendable un guía local o consultar con los vecinos de la villa.
Sigamos camino: la zona del dique Escaba es espectacular, asegura. “La represa, sobre el río Marapa, es similar a la de El Cadillal, pero está en una zona mucho más alta y ubicado bien entre las montañas”, describe. La pared del embalse, además, alberga una de las poblaciones de murciélagos más grandes de Latinoamérica, que son cruciales en el control de los mosquitos. Desde allí, y en dos horas de caminata, se puede llegar hasta La Cascada, y disfrutar de hermosos paisajes. “Si se sigue camino se llega hasta el espejo del lago, y un poco más adelante, en Escaba de Abajo hay un camping, donde se puede pasar el día. Y si les interesa el trekking, hacer el sendero al Saltón, también en este caso es recomendable un guía local”.
Cerca de Monteros
Si preferís una visita guiada ya organizada, podés contar con la ayuda de Renzo Paolo Di Berto, de @caminantesdemontaña y guía habilitado para el Parque Nacional Aconquija. Hace varias propuestas, pero tené en cuenta que hay que hacer reserva previa por mensaje privado en la cuenta de Instagram. “No sólo ofrecemos guías; llevamos médico, un sub-guía cada 10 personas y un fotógrafo que toma imágenes fabulosas que luego compartimos en nuestras redes”, detalla.
Una de sus propuestas, “apta para todo público”, es el Campo de las Azucenas, ubicado en la reserva forestal La Florida, a poco más 30 kilómetros de Monteros. “Es bellísimo cuando la flor que le da nombre emerge y baña el verde de la yunga, pero el lugar es digno de admirar durante todo el año; y adentrarse en el paisaje con el sol en el horizonte es una experiencia fabulosa”, asegura Renzo, y destaca que la zona permite cualquier tipo de trekking, especialmente el familiar o grupal, con la vera del río como zona de descanso.
Otra propuesta, un poco más exigente es conocer Casa de Piedra, ubicada en una zona lindante. “Sus paisajes tienen un gran atractivo, así como también el verde de la yunga, el arroyo que nace en la laguna y el río”, describe Renzo, pero advierte: “los 12 kilómetros totales que implica el recorrido, sumados al desnivel del terreno, demandan un buen estado físico”.
Ambos expertos recomiendan buen calzado, y recordar el repelente, el protector solar y las gorra. “Y si van a meterse en los ríos, un par de zapatillas extra”, resalta Andrea.